Mateo 11, 20-24: “En aquel tiempo, Jesús comenzó a reprochar a las ciudades en que había realizado la mayor parte de sus milagros, porque no se habían arrepentido: « ¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón se hubiesen hecho los milagros que se han realizado en ustedes, seguramente se habrían arrepentido, poniéndose vestidos de penitencia y cubriéndose de ceniza.  Yo se lo digo: Tiro y Sidón serán tratadas con menos rigor que ustedes en el día del juicio. Y tú, Cafarnaúm, ¿subirás hasta el cielo? No, bajarás donde los muertos. Porque si los milagros que se han realizado en ti, se hubieran hecho en Sodoma, todavía hoy existiría Sodoma. Por eso les digo que, en el día del Juicio, Sodoma será tratada con menos rigor que ustedes”.

  Reflexión: Por el Servicio de Animación Bíblica de la Diócesis de Ciudad Guayana. Responsable: Luis Perdomo.

Hoy, en la liturgia diaria, el evangelio de Mateo nos presenta, en el capítulo 11, versículos del 20 al 24, un texto severo y de reproche de Jesús contra tres ciudades de  Galilea. Conforme al relato de Mateo, en estas ciudades Él, ha hecho muchos milagros, sin embargo, ellos no se han convertido, por eso el reproche: “Ay de ti, Corozain! Ay de ti Betsaida! Si en Tiro y Sidón se hubiesen realizado los milagros que yo he hecho por ustedes, hace tiempo que se habrían convertido… Por eso les digo: el día del juicio, Tiro y Sidón tendrán una sentencia menos dura que ustedes”.

“Y tú, Cafarnaúm… Hasta el infierno serás llevada, Pues si los milagros  realizados allí se hubiesen hecho en Sodoma, ella existiría hoy, Por eso te digo: En el día del juicio, Sodoma tendrá una sentencia menos dura que tú”. Durante el ministerio de Jesús en Galilea y sus alrededores este es un caso único de censura a las ciudades. Después, al final de su ministerio, Jesús lo hará también a Jerusalén, identificada como “ciudad que mata a los profetas”.

En el Antiguo Testamento eran comunes las maldiciones de los profetas contra naciones o ciudades adversarias a Israel o de Judá. Las tres ciudades censuradas en este texto de Mateo eran centros de comercio a partir de las navegaciones en el lago de Galilea, en comunicación con territorios gentiles vecinos. Ellas tuvieron a Jesús y a sus discípulos tan cerca, Cafarnaúm, como la ciudad base de Jesús, y Betsaida como la ciudad de origen de Pedro, Andrés y Felipe. Sin embargo, no dieron ningún fruto de conversión. Las ciudades gentiles de Tiro y Sidón ofrecen más esperanzas que  estas tres mencionadas y que estaban sobre la influencia de sinagogas judías.

Por la conversión, viviremos en una sociedad fraterna, sin explotadores y explotados, sin enriquecidos y empobrecidos, conviviendo en armonía y en paz, en comunión   de amor con su prójimo, con Jesús y, por Él, con el Padre.

Seamos fieles a nuestra vocación para el servicio a los más necesitados, a fin de que sea realizada la voluntad del Padre, que todos tengan vida y la tengan en abundancia. Y que, acogiendo a Jesús y siguiendo sus pasos, le encontremos sentido a nuestras vidas, en el gozo y la alegría que nos regala el Espíritu Santo. Amen